Piñera a Rajoy Bienvenidos a un mundo feliz

¡Ole, ole y ole! 

Antes me avergonzaba de Sebastián Piñera medio presidente, de mi medio país Chile, porque entre otras cosas, decía no medias sino grandes e ilustrísimas tonterías; confundía lo bueno con lo malo, el calor con el frío, incluso visitando la isla Robinson Crusoe llegó a decir: 

"... En esta isla vivió durante cuatro largos años Robinson Crusoe, cuya historia no solamente fascinó y emocionó al mundo entero, sino que puso en el mapa a esta isla en la cual viven 800 chilenas y chilenos ....”  dando por sentado que Robinson Crusoe había sido un ser real y no un personaje de ficción. 

Y lo nuevo, lo más actual, la tontería del día porque este hombre tiene repertorio y talento para renovarse constantemente, ha sido esta semana, dirigiéndose a un ser menos ilustre que él, a uno que por no meter la pata no dice nada y cuando lo hace es fuera de España y además para hablar de la crisis, los desempleados y que va a mantener el bono de ayuda. Esto, para cualquiera, es como poco humillante. 

Sí señor, vamos a estirar un poco la piel de la cara que estamos ya muy amargados y a pasárnoslo mejor bienvenidos todos a un mundo mejor, al mundo de los idiotas ilustrados.

Adiós amiga

Amiga

Hoy me he enterado que has decidido dejarme, dejarnos, por tu propia mano, haciendo uso del derecho de elegir, expresando tu voluntad de la forma más violenta e irreparable posible.

Si yo mirara ahora desde fuera el planeta tierra como lo hizo Baumgartner sería incapaz de ver tu viaje, ni siquiera lo intuiría, tampoco hubiera visto una luz emerger, de tu cuerpo y alzarte hasta las alturas, donde nos habríamos encontrado.

No, esto no ha pasado, ni hubiera sido posible, ya que, estas, no son más que hipótesis producto de la tristeza, de la certeza que después de este viaje, inesperado, alocado, descabellado ya nunca podré volverte a ver.

Adiós amiga

Relatos para Mujeres versus Bárcenas

¡No es posible! toda la atención se la está llevando Bárcenas, la corrupción, los sobres, la primera boda de Letizia y un largo y penoso etcétera. Justificado, sí, como para dejar pasar por alto hechos tan vergonzosos dignos de un país tercermundista.

Pero lo que yo íntimamente espero es que leáis mi pequeño libro «Relatos para mujeres» y que nadie piense que hago publicidad para hacerme rica. ¡Cuantos libros tendría que vender yo a razón de 49 céntimos de euro para tan siquiera llegar a cobrar una parte de lo que contenían aquellos famosos sobres cerrados.

Virginia Plà