Ante la violencia de las imágenes de agresiones a homosexuales rusos, que circulan por las redes sociales hay poco que decir. Porque si se intenta expresar con palabras lo incomprensible, se puede acabar racionalizando actos dignos de animales salvajes.
Está claro que hay lugares en el mundo que se han quedado en el pasado. La represión y el gobernar para intereses que no incluyen a los ciudadanos, a todos los ciudadanos, hace olvidar la misión de los políticos que miran para otro lado ante todo tipo de atrocidades.
Rusia tiene una historia pasada y actual llena de venganzas, conspiraciones, genocidas y lo más nuevo, homófobos que actúan a sus anchas, sin ningún castigo.
Hace poco tropecé con la película "Un año con 13 lunas" de Fassbinder, del año 1978, un amigo me dijo: ".. en aquellos años estás películas resultaban impactantes"
Qué lejos y qué cerca estamos de aquellos años y de esa violencia extrema de seres ignorantes e hipócritas.