miércoles, 28 de marzo de 2012

Gallardo - Gallardón

Al final de la cacería no hará falta que algún cazador avezado afine puntería y le cierre la boca para siempre a Gallardón, tampoco la pluma feliz e intrépida de un periodista bien informado que destape algún escándalo que le salpique su moral resquebrajada; del tipo Corulla, por ejemplo.

El hombre que no mujer, parece tonto, no debe serlo del todo.  

Cuando se es niño y tus padres te dejan corretear por el barro después de un día de lluvia, ha de ser por algo y desde luego que el juego en algún momento tendrá su fin.

El festín dialéctico, moral que se está dando Gallardón como si se revolcara por el fango, acabará de un escopetazo en medio de las cejas y el tiro de gracia lo dará su propio partido.

Allí en el valle de los callados acabará cuando al PP ya no le interese que divierta más al pueblo con sus estruendosas y vergonzosas declaraciones.